EL OJO DE TU MADRE

THE WHO (¿quien?) le pueden gustar a cualquiera, total la tecnología permite que uno conozca cualquier cosa, viva donde viva, viva como viva, porque la "pertenencia cultural" resultó ser una mierda (deberías conocer San Justo o la Paris arabe, todo es cualquier cosa). Ahora me acuerdo de Toti y Tulio (Elena sabe de quienes hablo), que cuando ibamos en el tren esperaban que pasara algun viejo o vieja (o a cualquiera, según la hora) y le decian "¡mirá, mirá!", momento en el cual le apuntaban el agujero del culo a la cara, culo al cual le acercaban un encendedor encendido que servía de lanzallamas al momento de tirarse el pedo. No creo que nadie se haya ofendido, se que era un buen truco (ojo, es el mejor método para que no den olor); es más, a mi todavía no me sale. Amigos de Feche, lider por naturaleza, medio boludo por cierto, que llevaba bien del orto al resto de los restos (los ortos de los pedos). A mi no, pero bueno, asi fue como me perdí las cosas más interesantes de la adolescencia (solo las más interesantes, las más bellas las perdí por causas ajenas a estos pajeros, y este no es el momento de contarlas). ¿Podés imaginarte las olas que levanta el colectivo cuando va por Luis María Campos y pasa al lado tuyo, o el horror que te genera la hermana del otro boludo cuando se esconde en los cajones de la mesita de luz? Yo no pude, tenía los ojos demasiado abiertos, cuidandome de los que no me buscaban a mi. El temor es enemigo de la vida, por eso es que hay lenguaje, y por eso es que hay más temor, y por eso es que hay más lenguaje, y aquí estoy yo, escribiendo como el cagón que nunca dejé de ser. THE WHO también me gustan a mi (it´s my argentine generation). Lejos de San Justo, de París y de los pedos de los vasallos de Feche, pero reunidos en el volumen de la Quadrophenia.

DUDA OTRA DUDA

 

EL JUGADOR NÚMERO PI

El otro día Sani Island me comentaba que en la historia del fútbol, algunos jugadores merecieron llevar en la espalda el número Pi. "Sería de mal gusto dar nombres" dijo Sani, pero explicaba la capacidad de esos jugadores para no definir: "pueden patear infinitas veces al arco, y esa bola jamás entrará, pueden intentar todas las variantes en fantasías y lujos, y jamás ocurriran; es como el número pi, uno podría quedarse eternamente esperando que la mejor computadora del mundo defina el número pi en su completitud, pero no ocurrira" sentenció Island . Nos quedamos ausentes un rato, y brindamos con un buen vino; ese número era el nuestro. Entonces lo invité a ver la página del Super8Volante, que con su pase corto, su pase cruzado y su tacazo de la muerte, nos deslumbra cuando deja de golpear sobre la piedra.

 

 

 

 

La bodYPAge En el rECuerDo

¿Alguien guarda todavía en la memoria el primer gran festival de rock (y pop) en Vélez? ¡Ah, qué momento de los '80! Tres días de 1985 (¿o 1984?): Nina Hagen, John Mayall, Blitz (?), INXS, La Unión, la tormenta del domingo, la espera, barro (tal vez) en la madrugada, el camarógrafo desmayado sobre el escenario y otros varios excesos acerca de los cuales la prensa "especializada" escribió muy, muy poco. Para conocer un poco más la historia del rock -bueeeno... no canchereemos, un poco más del capítulo argentino de la historia del rock- cliqueá .

 

 

 

 

 

 

LLAMAMIENTO MUNDIAL A DESCREER DE LA PRENSA DEL ROCK CUANDO ESCRIBE SOBRE UNA BANDA QUE NO CONOCEMOS

Sencilla y claramente estamos diciendo que conviene tomar con pinzas las críticas que se publican sobre grupos desconocidos, incluso las que se escriban con buena onda. Hay veces en que redactores o periodistas dedicados a este rubro no entienden o no saben explicar bien de qué se trata la música que ofrece tal banda, y aunque casi siempre tienen buena intención -porque de otra manera... ¿para qué dedicarse al plano under?-, no dan en la tecla en cuanto a proveer al lector de un etiquetamiento leve, pero indicativo, que oriente un poco como para poder relacionar el comentario con el estilo musical que practique esa banda desconocida y dar una idea aproximada de un concierto que se presenció o un disco que se escuchó. La voz de la experiencia: El Cuerpo, con su ya larga historia -ignorada por casi todos pero muy familiar para algunos-, conoce bien este tipo de situaciones. Los grupos que siempre son nuevos, debido a la mínima difusión que logran y lo costoso por lo general de los avisos, buscan con gran interés que les publiquen alguna nota, algún comentario que los saque aunque sea por unos instantes del anonimato total. Y estos medios, en algunas ocasiones serios y dignos aunque no vean un mango salvo para invertirlo, en otras no están coordinados con tanta entereza y sentido común... y ahí suele venir el despelote, porque agujeros económicos en este país tenemos o tuvimos casi todos... y ponerse a escribir una revista de rock contando sólo con buenas intenciones lo más probable es que quede en vía muerta. Ejemplo hipotético: Todo empieza casi como un hobbie. El director editorial disfruta oyendo grupos nuevos y escribiendo sobre eso. Mantiene la publicación destinando guita de su otro laburo, sin cobrar nada, financiando y mangueando lo más que puede, y con amigos colaboradores que tampoco cobran nada, y por eso no se les puede exigir mucho, porque para ayudar lo primero es la onda. Está el que presta la pc, el que diseña, el que escanea el póster de Fito con Maradona de una Pelo del año ´87, el que lo conecta con una imprenta por una rebaja, etc. Todo va más o menos bien hasta que la minita que hace las fotos totalmente gratis se descuelga con que quiere empezar a escribir cada tanto algún comentario, y encima se calentó con el bajista o el batero de tal o cual banda, así que piensa "si escribo algo copado capaz que el pibe me da bola", y el director de la publicación obviamente no le puede decir que no, porque la pobre enamorada ya gastó un toco en revelador y papel fotográfico y además no pintó nadie más que haga fotos... Final trágico: le dan a la fotógrafa el demo de la banda y quién sabe qué va a poner, si la chica está pensando con el pubis... pero se publica. La banda se encuentra con la foto y la nota totalmente elogiosa pero que dice cosas que preferirían no leer jamás... un espacio gráfico aprovechable y vistoso describe al grupo de una manera absolutamente distorsionada y va a ser leído por gente que no los escuchó jamás. ¿Y qué pueden decir, si es totalmente gratis? Es quizá peor que les ocurra lo mismo con un aviso pago. Conclusión: por supuesto que el ejemplo es extremo y que no siempre esto se da así, hay cantidad de buenos redactores y gente que hace bien las cosas, pero no obstante, la información sobre lo desconocido hay que tomarla con pinzas (ojo; esto va también para los grandes lanzamientos a escala mundial). Y hay que controlar muy bien las cosas que se publican sobre la propia banda. Si se paga un aviso, hay tratar de diagramarlo y escribirlo -sobre todo- personalmente. Y el mismo cuidado vale con los comentarios de demos, discos y conciertos. Es horrible leer que tu música se parece en algo a eso que no te gusta y que no escuchás nunca.

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